miércoles, 8 de octubre de 2014

Crónica del Cross de la Pedriza 2014

395km. Miles de rocas
Domingo 5 de octubre de 2014

Carrera integrada en la Copa de Hierro de carreras por montaña organizada por la RSEA Peñalara

Han pasado 2 semanas desde los 100k de la Madrid-Segovia y ya estamos liados con la siguiente. Sin tiempo a meter ninguna preparación, ningún entreno específico, y con el cuerpo todavía recuperándose. Han sido días de descanso, con una salida de 6k por el Retiro y una sesión 10kms en la cinta. Y así nos plantamos en Manzanares el Real bien temprano el domingo para meternos 19km y 1.200m D+

Pasamos la barrera de entrada al parque a las 8h05 y dejamos el coche el primer parking, Canto Cochino, que ya debe estar lleno en tres cuartos. Faltan casi 2 horas para el inicio de la carrera, pero ya se nota mucha actividad. Lo primero el dorsal que se recoge en el aparcamiento de Machacaderas, deben ser unos 200 metros, donde están también la salida y la meta. La entrega de dorsales está bien organizada, sin colas, ni líos. Vuelta al coche para prepararse y un café en el chiringuito de abajo -ahí sí que hay cola y lío de gente…

Vamos a tener un día espectacular para correr por la Pedriza, sin lluvia, ni viento y con algo de calor. Se acerca la hora y vamos volviendo hacia la zona de salida. Un par de minutos calentando. Pasamos el control de chips y, como en todas las carreras, no veo ningún control del material obligatorio -cortavientos y bidón o vaso-.

Según las crónicas de ediciones anteriores, en esta carrera se sale al sprint para colocarse bien antes de llegar a la subida donde el camino es tan estrecho que se forma una estricta fila india. No estamos en eso, así que nos situamos en el pelotón de la mitad hacia atrás.

Salida a las 9h50 y… ¡desbandada! en bajada y por asfalto… te dejas llevar por el ambiente y a tope para pegar el frenazo en poco más de un kilómetro donde ya está formado el tapón. Desde aquí hasta la Pradera del Yelmo no merece la pena el esfuerzo de salirte del trazado para adelantar unos pocos puestos. Primer avituallamiento y, contrariamente a lo que dice el reglamento de la prueba, tenemos vasos a nuestra disposición. Parece ser que es costumbre en esta carrera  y ¿por qué? Una posible respuesta varios kilómetros más adelante. En esta zona del avituallamiento junto al Yelmo se puede adelantar (y ser adelantado, claro).

Las sendas de la Pedriza

Bajada hasta el Collado de la Dehesilla, nada fácil, y de nuevo a subir; esta parte hasta que se alcancen los casi 2.000 metros de altitud en Las Torres tiene tramos duros y difíciles. En un par de ocasiones ayudas al compañero para trepar la roca que toca salvar y otras dos en las que se pasa a través de los huecos que quedaban bajo las rocas gigantes. De todos, el más fastidiado era el último donde se repta para llegar al otro lado.

Las Torres, avituallamiento y empezamos la bajada. Rápida bajada con máxima concentración y que acaba convirtiéndose en interminable; los cuádriceps echan humo y no ves llegar el momento de volver a subir; pero llega, claro, y ya no sabes que es peor. Ahora toca subir al Collado Cabrón, tramo corto, pero bien empinado y a estas alturas bastante fundido ya, así que en el avituallamiento de Prado Peluca nos hacemos con unos “conguitos” -puro gusto-. Algún intento de trote hasta alcanzar el collado y bajada en zetas hasta la zona de los parkings y últimos metros subiendo por el asfalto hasta la meta. 3h15 de pura montaña.


Perfil Cross de la Pedriza

Clasificación XXIV Cross de la Pedriza

PD1: Una vez más, obligatorio el mayor de los reconocimiento a los voluntarios. Es increíble su compromiso con la prueba, los organizadores y los corredores llevando los avituallamientos hasta los sitios que llegan. Ya cuesta en carrera, pensar que lo hacen cargados produce un respeto enorme.

PD2: Confirmado que quien quiera hacer tiempo tiene que darlo todo en la salida.

PD3: Con suelo mojado esta carrera tiene que ser otra, peligrosa de narices por resbalones sobre roca.

PD4: Al final cierta sensación de deshidratación; día soleado y poco líquido al principio. En la bajada desde las Torres es difícil beber para no apartar la vista del suelo y es un tramo largo. Los cuádriceps han terminado molidos con tanta bajada rápida. Y a pesar de entrar en el puesto 143, nos fuimos con un par de trofeos a casa. Si, un par de buenas raspaduras en las piernas contra el granito. Como dice un amigo, chapa y pintura. Poca cosa.

PD5: Los vasos dispuestos sobre la mesa con agua en el primer avituallamiento hacen que sea ágil y evitan las colas. Ahí todavía vamos muy juntos y si se usasen solo las botellas se montaría un buen tapón.

sábado, 4 de octubre de 2014

Crónica de la Madrid Segovia 100km. 2014

Alfombra roja
Sábado 20 de septiembre de 2014

Ya ha pasado un año!!! Y volvemos a la línea de salida de la Madrid Segovia, los 100k con los que nos estrenamos en el mundo ultra. Segunda participación coincidiendo con la Gold Edition de la carrera.

Han quedado atrás buenas horas de entrenos, quedadas, preparativos,… y aunque íbamos con menos kilómetros veraniegos en las piernas, la experiencia del año transcurrido también cuenta y se notó incluso en los nervios de las horas previas (ahí estaban, pero no tan intensos, ni con esa carga extra de incertidumbre sobre lo que podríamos encontrar en las largas horas que íbamos a afrontar con las bambas puestas).

La semana previa estuvo marcada por las previsiones de lluvia para el sábado y a lo largo de todo el recorrido. Conforme avanzaba la semana esos malos augurios se iban confirmando, hasta que el mismo viernes las probabilidades de lluvia sin llegar a desaparecer bajaban significativamente. Eso añadía una capa de serenidad porque de correr 100 con lluvia, ni idea.


Pillado en los previos

Después de unas pocas horas de sueño, toca el madrugón para desayunar algo, vestirse de faena y último repaso para no olvidar nada; 7h30 en la Plaza de Castilla con Elena que también se pega el madrugón para llevarme hasta la salida; mucho movimiento de gente entregando las mochilas para los avituallamiento, esperando, estirando, charlando, echando una risas, haciendo fotos, retándose, aconsejándose, relajados, nerviosos, … un gran ambiente. Saludos a amigos y compañeros de entrenos. Nos vamos colocando en la salida que no queda nada, todo el mundo activando gps’s,…


con Jaime y Rogelio en la salida

8h30. Salida. Allá vamos!!

Primeros metros y nos juntamos José Luis (#JLB ) y yo; sabemos que tenemos un ritmo parecido, 10 minutos de diferencia en meta el año pasado y un par de buenos entrenos compartidos, similares expectativas y, más importante, buena charla!!!

Tramos iniciales con el acelerador a medio gas, manteniendo la calma y dejando que se vayan escapando algunos grupos y eso que vamos algo más rápido de nuestras previsiones. Avituallamiento de Tres Cantos rápido, pero no tanto, salida hacia Colmenar y, en cuanto dejamos el carril bici, disfrutando de esos caminos de tierra y sin darnos cuenta en las bajadas que nos aceleramos y caen kms más cerca de los 4’ que de los 5’. Buena conversación sobre la carrera, los ritmos, el tiempo, expectativas, planes de futuro, muy buena cháchara que nos mantiene con la mente fresca y el ánimo alto. Ya en las rampas de subida hasta Colmenar primeros adelantamientos y mucha gente que se ha acercado para animar, corredores amigos que hoy no salen, familiares, … muy buen ambiente. Llegada a la fuente de Colmenar, reponer agua en los bidones y hasta el colegio para marcar tiempo, tomar algo rápido y un par de fotos. En este punto, 13 minutos con retraso respecto a 2013. Y eso, paradójicamente, es muy bueno porque habíamos previsto ir 20 más lentos. Así que vamos casi 7 minutos mejor de lo previsto.

Con José Luis en Colmenar Viejo

Salida por la ronda de la ciudad, al lado el mercadillo popular mientras terminan de montar las paradas, donde los más madrugadores ya están mirando y removiendo. José Luis y yo seguimos marcando nuestro trote y despertando algunas miradas de curiosidad. Por fin, alcanzamos los caminos de tierra que apuntan hacia la sierra y enfilamos hacia el Puente Medieval, punto del tercer avituallamiento. Zona de toboganes con algunos tramos rotos en los que hay que vigilar los apoyos. Nos vamos juntando varias grupetas y me voy quedando en la parte de atrás. Los gemelos y la zona de los isquios empiezan a quejarse tensándose, agarrotándose. Con sensación de impotencia y deseo de que sea algo momentáneo alcanzamos el Puente Medieval.



Parada corta, rápida y la salida muy lenta. Las piernas no quieren correr, bloqueo total de gemelos y parcial de los isquiotibiales que impiden casi caminar; me quedo atrás y solo; 2 pasos y parada para masajear gemelos, otros 2 pasos y otro masaje,… no me lo quiero creer, pero sé que así no se llega ni a Manzanares; me van pasando algunos corredores mientras sigo centrado en los masajes que no parece que hagan mucho, hasta que un crack al llegar a mi altura me ofrece ibuprofeno y una crema antiinflamatoria. Elegimos crema. Un auto-masaje intenso, impaciente y esperanzado. Retomamos el trote a ritmo lento, muy lento, la única preocupación es pasar este bache lo antes posible, pero no parece que haga gran efecto, sensación de que a la mínima alegría en el ritmo volveremos al estado de bloqueo total.

100 metros más adelante nos alcanza una bici de los voluntarios que van dando asistencia a lo largo de la carrera. -¿necesitas algo? -si, unas piernas nuevas -¿llevo sales, agua, réflex? -réflex, a ver si ayuda. Y, así, ducha de réflex en la parte trasera de las dos piernas. Esperemos que no haga ninguna reacción rara con la crema. Volvemos a arrancar, mismo ritmo suave, pero más cómodo y que, con muchas prevenciones, nos lleva hasta el avituallamiento de Manzanares. Y, como no hay 2 sin 3, una voluntaria que le dice a otra que de botiquín tienen tiritas y… réflex. -perdona, déjame el réflex que llevo las piernas fatal –toma, luego me lo dejas ahí. Sin ser entusiasta de ningún “potingue”, pero como a la fuerza ahorcan, les cae otra ducha en réflex para gemelos e isquios.. Si esto puede servir alguna vez para algo, este es su gran momento.

Arrancamos camino de Mataelpino, tramo de infausto recuerdo donde el año pasado tuve que parar y sentarme casi una hora, con todos los sentidos pendientes de la reacción de las piernas, aumentando ligeramente el ritmo para mantenerlo constante y dejar que los kilómetros vayan cayendo. Al tran tran vamos pasando corredores que debieron salir muy fuerte y… el siguiente resulta ser Jaime -¿qué tal andas? vamos juntos! – así fue durante los siguientes 35kms en los que compartimos trote y alguna caminada. Último tramo hasta Mataelpino, que te recibe con unas buenas cuestas, regulando el esfuerzo y entrada a la plaza bajo el arco de carrera cogidos por el hombro y comentario gracioso del speaker que cree que nos acabamos de conocer, jeje

Entrada en Mataelpino
Mataelpino, ecuador de la carrera, 4h58m y son 7 minutos peor que lo previsto, pero 20 mejor que 2013. Salimos caminando por las empinadas calles, volvemos a trotar y llegamos a una de mis zonas favoritas por donde se recorre una senda de muy suaves toboganes entre jaras. Último tramo hasta la Barranca caminando para reservar fuerzas al máximo. Avituallamiento cómodo y rápido, corremos a buen ritmo camino de Cercedilla. A la entrada al polideportivo, aparece Patricio que este año se ha venido hasta aquí para disfrutar y animar. Le había echado de menos en Mataelpino. Un gusto verle y como siempre una inyección de alegría. Compartimos un rato agradable en el avituallamiento, mientras nos ocupábamos de la famosa paella y que tan bien me sentó el año pasado. Y éste también. Se está a gusto, pero toca continuar. Salimos antes de las 17h así que evitamos cargar el frontal, tampoco merece la pena llevar chubasquero, una camiseta térmica en la mochila por si pinchamos y nos hace frío en la Fuenfría. A estas alturas llevamos 1h de adelanto respecto al año pasado. Contento y ahora a conservarla.

Subiendo la Fuenfría tramos al trote, ratos caminando y algunos puestos que vamos avanzando. Parece que hay más fuerzas de las que estamos usando y antes del Mirador de los Poetas marcamos un trote seguido y que ya no dejaré hasta el avituallamiento del Alto de la Fuenfría. La bajada hacía Segovia me tocará hacerla solo, con algún compañero ocasional y con el reto que me dejó lanzado uno: -igual podemos bajar de las 11h, dale! dale! Habría que correr mucho, pero que el reto sea ése… ufff, ya dice de lo bien que van las cosas a estas alturas de la carrera.

En el Corral de la Desesperada vuelvo a ver a Bassit con el que coincidí en Cercedilla. Entramos en el tramo nuevo del recorrido y desde aquí la carrera se convierte en una lucha individual contra el crono y un dolor intenso que empieza a martillear en la rodilla izquierda. Último punto de avituallamiento en la carretera de Riofrío y los voluntarios que se desviven para que no pierda ni un segundo innecesario; agua, glucosa e ibuprofeno para la rodilla. Hasta el final luchando. El crono gana, me conozco el recorrido y sé que no podré entrar por debajo de las 11h, pero al dolor le gano porque no pienso parar.

Entrando por las calles de Segovia te llueven los sonrisas, aplausos, gritos de ánimo, … espectacular… coges el teléfono para avisar que llegas en nada. Sorpresa. Increíble. Contentísimo con la carrera y con el tiempo.

Entrada en meta con gran satisfacción. Inmensa alegría.

Acueducto de Segovia

Paseo por la zona de meta y te vas encontrando con buena gente: Carlos Micra, un tipo espectacular, cenita y coincidimos con la mujer y los hijos de Rogelio, luego Bassit y José Luis; compartimos las alegrías de la carrera y nos emplazamos para próximos retos. Descansar y domingo turista por Segovia, donde coincidimos con Manu y familia. Otro año, más y mejor.

PD: Un año más, es fundamental reconocer la inmensa labor de la organización y de los voluntarios que dan a esta carrera un carácter especial. MUCHAS GRACIAS !!!! y felicidades Anna.

PD2: Y una vez más, como en todos los momentos importantes, familia, peques y amigos que está ahí para que esto tenga sentido. MUCHAS GRACIAS !!!! Este año hemos corrido más y menos teléfono. Esa era la consigna, si llevo el teléfono apagado es que voy bien. Y estuvo apagado casi todo el rato :-)