domingo, 16 de marzo de 2014

Crónica de la Transgrancanaria 2014. 126km - 8.500m D+

Brooks Cascadia 8 con 212km
Sábado 1 de marzo de 2014

TNF Transgrancanaria. De Agaete a Maspalomas. Gran Canaria

Primera participación en la Transgrancanaria y por los antecedentes ya se presagiaba cierta épica. Única carrera española incluida en el prestigioso circuito Ultra Trail World Tour (UTWT) y única, junto con el GTP, qualifier para Western States. 550 corredores representando más de 40 nacionalidades y la participación de las figuras del trail running mundial Scott Jurek, Timothy Olson, Ryan Sanders, Sebastien Chaigneau, Francesca Canepa, Núria Picas, Nerea Martínez, Fernanda Maciel, ...

Jueves 27, temprano, aeropuerto de Barajas. Frío. Llegada al aeropuerto de Las Palmas temprano ("una hora menos en Canarias"). Templado y algo ventoso. Autobús a Maspalomas -meta de la carrera- en busca del hotel para instalarnos, comer algo, descanso y por la tarde paseo hasta la zona de meta, al lado del Faro. Luego a Expomeloneras para pasear la Trail Zone, recoger la bolsa del corredor con dorsal, chip, pulsera y camiseta y dejar la bolsa para el avituallamiento de Garañón. Paseo por las Dunas de Maspalomas, pasta party y pronto al hotel a descansar.


Preliminares de la Transgrancanaria

Viernes 28, las mejores perspectivas. Unos kilómetros paseando por la zona de la playa, comida ligera, una siesta corta, preparativos, merienda mínima, vestirse de faena y ... salida hacia el punto de recogida de las guaguas que nos trasladan hasta Agaete. Ahí coincidimos con Bassit, un auténtico crack por experiencias y resultados.

Con Bassit en la línea de salida

En la zona de salida, esperando la hora de arranque, hace viento, frío y aparece la lluvia. Ya no hay tiempo de resguardarse. El ambiente es espectacular entre corredores, familiares, amigos, vecinos y animadores. Se inicia la cuenta atrás,... 3, 2, 1, ... -00h00 del sábado 1 de marzo- y ... ya! sonrisas, choque de manos, buenos deseos, últimos consejos, nervios y al lío...

Desde los primeros trotes por las calles de Agaete ya vamos subiendo y apuntamos hacia las laderas de las montañas que tenemos pegadas. Ánimos y fuerzas a tope. Salida en medio del pelotón y tomar posición para cuando llegue la fila india, que llegó enseguida. Consistencia en la subida, tanto en posición como en fuerzas. Una fila de luces rojas que caracolea subiendo la ladera te anuncia el camino por el que hay que transitar y, lo peor, la subida que se te viene encima; detrás al girar fugazmente la vista, las zetas de luciérnagas en fila interminable. Agaete ya está hundido en un fondo negro. No llueve. Ganas de pararse y contemplar el maravilloso escenario que se intuye y en el que estás inmerso. Por un momento, dejar de formar parte del paisaje, de la escena y convertirte en espectador de lo que sucede. No. No se quiere perder el puesto en la fila.

El ritmo de carrera en este tramo te viene marcado; sigues al de delante y solo adelantas cuando él adelanta, que sucede cuando alguno se “deja”. Es momento de esmerar alimentación e hidratación; agua, sales, gel,... para no quedarse corto y entrar en pájara, pero prudencia para no sobrepasar lo asimilable y provocar rechazo estomacal. A estas alturas, en fila india, las diferencias de ritmo son inexistentes, pero si de desgaste porque es fácil ir por encima o por debajo del ritmo propio. Y se concreta en cuanto se ensancha la pista o empiezan las bajadas. La fila se rompe y se van creando grupetas.

Bajar zonas técnicas de noche es una experiencia nueva. Nos tiramos por la ladera de la montaña en rápidas zetas o llaneando con el precipicio a medio metro. Por aquí hay que ser un poco kamikaze para darle fuerte y, sin embargo, se hace (¿?). Me toca ir en cabeza de un grupo de unos siete. En un desvío me paso de frenada y me salto el camino. Frenazo, búsqueda y desde detrás de la grupeta ven la señal -todo el recorrido está magníficamente marcado con cintas y luces rojas, menuda trabajo titánico, chapeaux-. De primero a último. Voy atrás y me cuesta seguir el ritmo. Sin la presión del grupo bajo el ritmo, manda la seguridad, y me voy descolgando. Rápidamente me alcanza otro y se me pega a la espalda. Le ofrezco pasar, dice que va bien y empezamos a charlar. Aumentamos algo el ritmo, pero nos van alcanzando y nos van pasando. Incómodo, reduzco para que me pase aprovechando que nos adelanta un grupo. Intento mantenerlos a la vista, pero me cuesta, y cuando empiezo a renunciar, mi "amigo" se descuelga de delante y nos volvemos a juntar. Raimundo. Nos convertiremos en pareja de hecho para los próximos 100 km.

Van pasando kms en los que Raimundo tira casi siempre y me pongo a su altura o le doy relevo cuando el terreno es favorable. Él ha hecho infinidad de ultras de montaña, incluido la UTMB, y se nota cuando las condiciones se complican.

Entrada en Artenara y aprovechando el alumbrado de las calles fuera el frontal, al que todavía no me habitúo. Avituallamiento sin prisa, pero sin pausa. Coca cola, pan, queso y membrillo serán los habituales con algún añadido dependiendo de la variedad del puesto; alguna almendra, jamón de York, chocolate, o barrita de Overstims que me gustaron bastante. Raimundo siempre tomaba caldo y, cuando había, un café, pero poco sólido. Se conocía bien. Su objetivo era llegar antes del cierre y después disfrutar del camino sin preocupación por marcas o ritmos concretos. Yo estaba siendo más lento que él, pero más ambicioso en objetivos. En este punto ya nos encontramos gente con el estómago hecho polvo y en abandono técnico. Ya se habían oído muchos conatos de vómito en las fuertes subidas, pero ninguna intención de abandonar.

Antes de Fontanales empieza a amanecer y, de momento, guardamos los frontales (advertencia del maestro sobre la necesidad de usarlo largo la próxima noche e ingenuidad del alumno que confiaba en ahorrárselo – adivinad quien tenía razón-), el paisaje se iba dibujando alrededor, el perfil nos daba un respiro, después de 7 horas sin parar ya teníamos sensación de logro importante. Habíamos pasado la primera noche y pronto tendríamos la primera maratón y más de 3.500 m de desnivel positivo. Resurgen las fuerzas, aumentamos el ritmo y empezamos a pasar gente. Llegamos a Fontanales antes de la inicio de la prueba Advanced de 82k con tiempo para nuestro avituallamiento. Dudas si esperar que salgan para que no nos arrollen al pasarnos en 5 minutos, pero quedaba mucho tute y no era cosa de perder tiempo. Cada metro cuenta para llegar a la meta. Nos adelanta la cabeza de carrera en 15 minutos en una bajada de cemento por la que literalmente vuelan. Nos siguen adelantando, pero pronto nos vamos a poner a ritmo de crucero con los otros corredores. Enseguida pasa Jaime, una moto, saludo animado y desaparece a full-gas. Seguimos con los ánimos altos, buen estado físico. También pasan Felipe y Sergio, van muy bien. Juntarse en este momento con los corredores de la Advanced fue revitalizador. Aumenta la densidad de corredores que nos rodea, están eufóricos y nos dejamos contagiar. Bien. Ahí vamos. Buen ritmo!

El Roque Nublo
Aquí empieza la parte más bonita de la carrera. A plena luz del día, tal vez un poco caluroso, descubrimos las bellezas interiores de la Isla. En esta zona me siento pletórico y tiro fuerte. No dejamos de ganar puestos. Vamos muy bien. Música para completar el panorama. Los roques, los paisajes espectaculares se suceden y dan ganas de pararse un rato a contemplarlos. La vista del Teide nevado es impresionante. Caen un par de fotos apresuradas y seguimos. Nuestra estrategia es avanzar siempre, objetivos a corto; sólo pensamos en el siguiente puesto de control. La bajada hasta Tejeda es rápida y bonita. En ese avituallamiento el ambiente es buenísimo con actuación musical en directo. Habrá que volver en otra ocasión para empaparse largo del entorno y del ambiente.
El Teide nevado de fondo
En el Roque Nublo

Vamos alcanzando el centro geográfico de la isla, marcado por el Roque Nublo, uno de los más altos del mundo con sus 80 metros, a 1813m de altitud y punto emblemático de Gran Canaria. Es una zona abrupta de origen volcánico y de una belleza notable. Ya lo veníamos enfilando hace rato, sabíamos que el trazado se acercaba, pero llega literalmente a su base. Aquí la foto es obligada. Al Roque le acompaña la Rana sentada.

Camino de Garañón, el sol lleva un buen rato picando, la temperatura es alta y la etapa se hace larga y se va agotando el agua. Raimundo consigue líquido de unos turistas que andan por allí. Garañón. Avituallamiento especialmente surtido y nos esperan las mochilas dejadas el jueves en Expomeloneras. El jefe no había dejado nada (ops!), el principiante había dejado de todo. Finalmente, únicamente cambio de calcetines, pantalón y las medias de compresión. Después de la recarga habitual con extra de macarrones con tomate salida de Garañón en busca de los 1.938 m que marcan la cuota máxima de carrera en las proximidades del Pico de las Nieves.

Tunte, más de 18 horas de carrera y todo rueda bien. Cuando el perfil te dice que por fin se acaban las subidas, cuando crees que lo duro se queda atrás, cuando empiezas a calcular ritmos y tiempos restantes, entonces… llega lo peor de lo peor: la bajada hasta Arteara. Impresionante, más lenta que la más lenta de las subidas. Bajada brutal, senda casi inexistente, piedras y rocas sueltas, noche cerrada, cansancio acumulado y sobre todo el bajón ante el panorama.

Llegada a Arteara en agotamiento mental y físico después del suplicio de bajada. Avituallamiento. El cuerpo insiste en alargar el tiempo de descanso. No se puede; asumiría que había terminado y no habría forma de arrancar; nos estábamos quedando fríos. Todas las capas de ropa encima, pero empezaba la tiritona. A partir de aquí, correr se convirtió en misión casi imposible y, finalmente a 20km de meta, caminar era la única opción. Una tortura en la que cada apoyo del pie izquierdo disparaba un pinchazo desde la planta hasta la cadera saludando cada célula nerviosa de la pierna. Así la Machacadora hizo con el ritmo y el ánimo según su nombre. Un barranco de piedras y rocas que desemboca en Maspalomas y última tortura antes de la entrada en meta. Por fin, 25h35m después de la salida aparece la maldita meta. ¡Ni un paso más!

Un camino, una meta
Finisher
Mi primera ultra de montaña y una auténtica aventura. Dura y larga de verdad. Buena para conocerse. Gran experiencia compartir con Raimundo casi toda la carrera. Apoyo fundamental en los momentos difíciles –que siempre llegan- y compartir experiencias y conocimientos en los momentos de tranquilidad que tuvimos –los menos.

Y como siempre, lo más importante, lo que más ayuda y llena, las ánimos con llamadas, mensajes,… saber que te esperan en meta y también en la distancia pendientes de tu progreso. Familia, Elena, Alvarito, José Luis, Rogelio, Patricio, Tomás, Antonio, Jaime y sus Balas Verdes,… MUCHAS GRACIAS a todos!!

Y finalmente, bravo por la organización y los voluntarios. Hacen que sea una carrera 10 que habrá que repetir.

Un par de datos:
Las bambas –Cascadia 8- casi recién estrenadas y ni una rozadura. Desgaste de la suela bastante grande; algunos tacos casi arrancados. También para ellos la Transgrancanaria ha sido dura.
550 corredores toman la salida en Agaete, 306 cruzan la meta en el límite de las 30h. Puesto en meta 159.


Una anécdota:
Entra un corredor después de 24 horas, sus 126k y 8.500m D+ -fundido, claro- y el speaker en meta súper animoso que le pregunta:
- HolaaaAAA, q tal estássss? Cómo te ha idooo?
- Mal
- Es tu primera Transgrancanaria?
- Si
- Y repetirássssSSS?
- No
- Vaya! Y conocías la isSSSslaaaa?
- No
- Y qué? volverássss de vacacionesssss?
- No

Jajaja, claro, a quien se le ocurre preguntar en ese momento?

Clasificación


10 comentarios:

  1. Grande Javier,...enhorabuena,....esto no tiene nada que ver con el "paseo" de Madrid a Segovia eh?. A partir de aquí y si después de 2 semanas lo que tienes sobre todo son buenos recuerdos, entonces ya hay que pensar en las siguientes!!!!. Cada carrera es diferente,....cada dia una aventura,..je je,....ojala podamos compartir alguna con mas plenitud, que los entrenos se nos quedan muy cortos!! :-)

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  2. Enhorabuena por la gesta, a ver si nos vemos y me cuentas con mas detalle. El corredor de la anécdota eres tu, confiesa...

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  3. Q no Patricio, q ese estaba mejor q yo. No tenía ni fuerzas para hablar. Menos mal q tenía el frontal encendido en meta y no se me ve la cara... Jajajajaj

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  4. Jaime, en tus próximas no me aventuro, pero el GTP a tope !!!
    Y aunque no sea lo mismo tenemos bastantes entrenos juntos en los próximos meses
    Fuerza !

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  5. Joder Javier qué carrera más brutal, casi, casi se me han quitado las ganas de correrla algún día. De todas maneras hacerla en 25h como tu es una grandísima hazaña.
    Muchísimas felicidades.

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  6. Manu, ésta te la tienes que hacer. realmente merece la pena; eso si, nada que ver con la madrid segovia que nos hicimos. gracias por las felicitaciones y nos vemos pronto!

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  7. Si no llega a ser por el final, creería que por tú crónica habia sido un paseo.Que Grande Javier. Un abrazo.

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    1. Carrera muy grande y sufrimiento previsto, pero no se acababa nuncaaaaa. Tomás, abrazo

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  8. Soy el cuñado de José Luis Brito. Uff, duele e ilusiona leerte. Qué grande Javier!. Enhorabuena!

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    1. Hola José. muchas gracias. una auténtica locura, pero también un gran reto para disfrutar preparando y alegría cuando lo consigues. abrazo

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