Expodepor |
27 de abril 2014
El Mapoma no estaba previsto en la planificación del año. Éste iba a ser un año de montaña y ultras. En todo caso, si el 27 de abril estábamos en Madrid tampoco nos íbamos a quedar en casa. Así, la intención inicial era correrla de modo diferente, ayudando y acompañando a alguien a que consiguiese su objetivo de marca o de ser finisher. Pasaron las semanas y esa intención apuntaba a acompañar a las Balas Verdes en su proyecto Mapoma 2014. El calendario iba avanzando y la planificación se cumplía según lo previsto con los entrenos y carreras por montaña.
Un dorsal por invitación para la Media de Madrid nos llevó hasta la salida en el Retiro el 6 de abril. La mmp conseguida actuó de veneno para replantear la decisión sobre la forma de correr Mapoma. Hay que entender que cualquier expectativa, por mínima que sea, de ser sub3 en Madrid es demasiado tentadora para ignorarla. Cantos de sirena. Cambio de planes con paréntesis de 2 semanas para preparar y hacer Mapoma.
Semana Santa, unos días de vacaciones, regreso, primer entreno y… pinchazo intenso en la zona del glúteo izquierdo, parón y hasta el día siguiente esperando que remita. Fue el último entreno. Exactamente 10 días antes del día de la carrera. Dolor intenso que no remite ni sentado y se extiende por la parte trasera de la pierna; fisio, descarga suave y presentación: “es el piramidal, bastante habitual en corredores de fondo”, “vaya, no sé si estoy contento de conocerle”. Lesión. Simulacro de trote 4 días antes del maratón que termina el km 0,89. Reposo y estiramientos hasta el día del Mapoma. El dolor no se ha ido.
Nuevo cambio de planes. Hace días que se habían esfumado las expectativas de mmp y ahora también las de intentar acompañar. Intentaremos llegar a la meta aunque sea caminando.
Pasada la Meta |
27 de abril, 9h. Cibeles. Salida con Álvaro que va a seguir el globo de 3h15m -consiguió llegar varios minutos antes-. Con el descanso de los días anteriores, la adrenalina, la marea que nos rodea el dolor es soportable hasta el km 15. A partir de ahí, nos descolgamos bajando el ritmo de forma lenta, pero constante. El resto de la carrera se en convierte gestionar el equilibrio entre ritmo y dolor. El primero en caída y el segundo en ascenso.
Objetivo conseguido. Meta (3h24m). ¿Cuál será el precio a pagar por la osadía?
Un Mapoma diferente. Un nuevo aprendizaje. También suma
Finisher Mapoma 2014 |
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