lunes, 16 de marzo de 2015

Crónica de la UTSB. Bandoleros 2015. 150km D+5456m

Cascadia 9 UTSB-150 Finisher
Sábado 6 de marzo de 2015

Prado del Rey, Parque Natural de Grazalema, Cádiz

Difícil hacer una crónica de bandoleros que refleje la experiencia.
Ha sido una carrera muy especial.

La noche del jueves ya dábamos un corto paseo por Prado del Rey para estirar las piernas y buscar sitio para cenar algo. Cielo despejado, temperatura fresca, la justa para correr a gusto si llevas un ritmo alegre. Cena con Rogelio, donde coincidimos con un pequeño grupo de bandoleros ocupados en lo mismo, y pronto al hotel para preparar los trastos y descansar lo más posible.



Trail Runner

Viernes por la mañana, desayuno tranquilo, recogida de dorsal, paseo por la zona de expositores en la Plaza de la Constitución donde ya se percibe ambiente de evento. Saludos y abrazos, fotos y rápido hacia El Bosque para un almuerzo temprano. Aunque sea una ultra, el plato de pasta es de rigor. Y ahí, Rogelio y yo, coincidimos con bastantes corredores en la misma fase de carga de hidratos. Un rato de descanso para empezar a prepararse sobre las 15:30. Finalmente, no dejaremos mochila en Ronda. Lo que sea tendrá que esperar hasta el km 108 en Villaluenga del Rosario cuando lo pasemos de vuelta.


Dorsales UTSB
Ultra Trail Sierras del Bandolero




















Vestirse de faena, rellenar mochila, coche, aparcar cerca de la meta y ya nos encontramos con los colegas, Jaime y Rogelio; más fotos, saboreo del ambientazo, ya no queda nada, el bullicio va creciendo, control de material, cajón, colocarse en la línea de salida,… y ahí a disfrutar de los prolegómenos.

Todavía relajados
Últimos ajustes
Expectantes
En la salida de la UTSB 2015


Bandoleros a la música de Curro Jiménez, traca, arenga del mega-speaker Chito, palabras del alcalde y trabucazo!!!



Arrancamos. La idea es ir de más a menos; el primer objetivo es avanzar el máximo antes de que oscurezca y tengamos que usar el frontal. En el mejor de los casos llegaríamos al segundo avituallamiento en Llanos del Campo. 14km y D+743m. No lo conseguimos por 20 minutos… los mismos con los que empezó tarde la carrera. Parada, frontal y a seguir corriendo. En estos 2 primeros avituallamientos solo reponer líquido en los bidones y algún gel. Seguimos en modo corre-rápido.


Primeras ascensiones. Hacia los Llanos del Campo

Hasta el Puerto del Boyar tenemos una buena subida y seguimos corriendo a buen ritmo por una zona que se intuye muy agradable, continuos toboganes que en general pican hacia arriba. Muchos tramos de senda. Y, novedoso, cruzamos una alambrada usando una escalera. No será la única ocasión en que tocará hacerlo.  En otros casos, lo hacemos a través de un ventanuco en la alambrada. En todo caso, se ve que están ahí de forma permanente y no se han colocado para la carrera. Hasta aquí ya hemos disfrutado de la compañía de búhos ululando en la lejanía, cerdos pastando en libertad claros candidatos a medalla entre los ibéricos, cabras contemplando tranquilamente nuestro peregrinar amparadas por los escarpados y la noche, vacas, caballos, un zorro que se cruza huidizo y dos ratones de campo que, valga la redundancia, campan a sus anchas dudando por un momento si huir o aprovechar el haz de luz que les regala el frontal.

Y justo con el frontal tenemos el primer lío; la intensidad se atenúa sola; no puede ser, estrena pilas y no lleva 2 horas encendido… apagar/encender y se vuelve a atenuar y en seguida empiezan las señales rojas que hace cuando amenaza apagón por pilas agotadas. ¡Mala suerte! De estreno, pero… compradas hace más de 1 año -¿será por eso? -¿por qué si no? y seguro que llevan tiempo puestas -no, puestas no llevan ni una semana -narices, a ver si llegamos al siguiente avituallamiento para poner las de repuesto.

Y temblando, pero llegamos. Puerto del Boyar. Cambio de pilas y preocupación por si pasa lo mismo con las de repuesto… una voluntaria que ayuda, las gastadas nos las llevamos por si hay otro control de material... Aprendizaje para la próxima: las pilas recién compradas, mirando fecha de caducidad, sin estrenar y dejando repuesto en las mochilas del recorrido.

Desde ese momento, toca economizar al máximo el gasto de pilas. Frontal a baja intensidad en general, alta en las bajadas más técnicas y apagado en las zonas pisteras…  porque afortunadamente había un cielo completamente raso y una luna llena espectacular!!! ¿casualidad o suerte?


Avituallamiento en el Puerto del Boyar

Un amigo que había corrido la UTSB en 2013, comentando sobre la carrera me dijo que no tenía tramos técnicos, que era bastante pistera y se podía correr prácticamente toda… y, no sé si casualidad o justicia divina, que estoy peleando con la bajada a Villaluenga del Rosario -una pared vertical y técnica, no, lo siguiente… el tipo de trazado en el que menos arriesgo de noche y ofrezco paso inmediato a cualquier corredor que se me acerque- que, claro, me estoy acordando de mi amigo... , cuando se me acerca alguien por detrás y le suelto: -¿quieres pasar? –no, Javier –j*der! qué casualidad! No me dijiste que era pistera??? Y esto?? –No sé, no me acordaba… -j*der con la pistera… allí no me reí, pero ahora la cosa me tiene mucha gracia.

Por fin, llegada a Villaluenga del Rosario después de 2h45 de lucha para un tramo largo y difícil, solo atenuado por la todavía relativa frescura del cuerpo. El avituallamiento es generoso en provisiones y atenciones de los voluntarios.

Después de tanto destrepe, el tramo hasta los Llanos de Líbar parece una autopista, eso sí, muchas zonas para neumáticos de agua extrema (bambas que se hundían en el fango hasta medio upper), un levante furioso que helaba y cortaba la piel y una ¿o fueron dos? escaleras para cruzar alambradas -¿quién dijo que iba a ser fácil?-. Aunque nadie decía palabra por el viento y el frío, este tramo lo corrimos en grupeta de 5 que volveríamos a coincidir desde Ronda hasta pasar Benahoján. El Cortijo Refugio de los Llanos de Líbar aparece a lo lejos en medio de ese paisaje espectral iluminado por una luna completa. Bonita postal. Avituallarse, sacar el cortavientos y los guantes (por no parar en medio del camino…. Agggg qué frío!!). Salida hacia Montejaque, bien abrigado y…. vamos bajando, el viento que ya no sopla y… calor! De chiste. Guantes a los bolsillos,… y cremallera abierta… Sin tiempo para recrearse, pero el pueblo y su entorno paisajístico se intuyen soberbios.

Cortijo de Líbar
Seguimos hacia Ronda, principal ciudad del trazado, enclave de interés turístico, punto más alejado de la meta, final de los 101km de la legión y avituallamiento con mochilas (yo no dejé nada). De salida se recorre la ciudad por la que debe ser zona turística. Unos tíos que flipan al salir de un bar de copas y se dan de bruces con otros tíos corriendo por la calle a las tres y pico de la mañana, disfrazados con un faro en la frente, dos palos en una mano y una mochila a la espalda.  A quién que no le extrañó nada fue a un campeón que apareció por una esquina, muy digno él con su traje, bufanda y sombrero que avanzaba por la acera en eses perfectamente regulares en su chulo caminar, jeje. Tampoco les extrañó a los Ordoñez que nos contemplaban desde sus pedestales en la fachada de la plaza de toros de Ronda (con 66 metros de diámetro es considerada la más amplia del mundo). Sabían de qué iba la cosa. Faltó que animasen.

Bajada desde Ronda compartiendo recorrido con los 101, pero en sentido contrario, así que "la cuesta del cachondeo" se convirtió en la bajada de vivan los cuádriceps. Bonita vista del puente nuevo y los acantilados de la ciudad. La luna sigue luciendo. Volvemos a juntarnos en la grupeta de 5. Magnífica compañía, buena charla y ánimo positivo para un ritmo exigente a estas alturas. Aguantar y aguantar… hasta la salida de Benaoján donde tenemos que ajustar el ritmo y aceptar perder el contacto.

El tramo hasta Jimera de Líbar es especial. Bonitas sendas al lado del río, suaves toboganes, el amanecer que ya se intuye y mi madre y su amiga Luisa (de Jimera) que estarán en el avituallamiento para saludar… enciendo el teléfono por primera vez desde la salida de la carrera para avisar que llego en una media hora y…. no hay cobertura. Normal. Estamos en un sitio bucólico en medio del Parque Natural. Paciencia, seguimos corriendo y como habrá mensajes y llamadas cuando se oigan los bip, bip,… tendrá cobertura. Y no pasan 10 minutos antes de escuchar los bips. Teléfono, llamada y aviso de llegada en media hora. Alegría. Colgar el teléfono… y suena. ¡Qué raro! –Holaaa!!!  -Hola papá! –Qué haces despierto a estas horas, es sábado y son las 7? –Me he despertado y te llamaba para ver cómo te va… Alegría, no. Lo siguiente, tampoco. Lo mil veces siguiente y más allá. Llamada de Javier en el momento justo, 15 minutos antes el móvil estaba apagado y luego hasta el final de carrera ¿casualidades de la vida o intervención divina? No lo sé.

Con este subidón en cuerpo y alma entrando en Jimera ya veo a lo lejos a mi madre y a Luisa. Besos y abrazos y juntos hasta el avituallamiento en la plaza del pueblo. Avituallamiento donde los voluntarios ya “me conocían” porque las dos se habían pasado antes por aquí… y habían estado dando la charla… y me atienden con algo de “cachondeo” y el mayor cariño. Por cierto, buenísimo el bizcocho casero que tenían… pero también toca dejar este avituallamiento y seguir avanzando. A estas alturas hemos pasado mitad de carrera, pero falta mucho. Alternando el caminar con el trotar avanzamos hacia Cortes, tramo duro en la parte final por la pendiente. Aquí me encuentro a David y nos ponemos cara. Se lo monta bien, lleva su propio equipo de animadores siguiéndole por el recorrido. Le da fuerzas y se nota…

Salida de Cortes y, la tontería de la carrera, sin rellenar completamente los bidones de agua. Entre la dureza, la distancia, el cansancio acumulado y el calorazo del mediodía se agota el agua cuando falta un buen tramo… la zona más lluviosa de España y no hay ni una fuente… y toca pedir algo de agua a algún excursionista… y algo conseguimos… pero seguimos secos y corriendo lo menos para no agravar el tema. Hasta que por fin después de más de 3 horas achicharrado y sediento reaparece a lo lejos Villaluenga.

Aquí, en Villaluenga del Rosario, tenemos la mochila con provisiones, ropa limpia y bambas por si fuesen necesarias… y a partir de este punto, km 108, ya solo descontaremos. Vamos bien de hora y salvo desgracia esta carrera también la terminamos. Trato de los voluntarios espectacular, rellenándote las botellas, trayéndote comida mientras estás sentado, médicos interesándose por tu estado, aconsejando sobre cuidar la hidratación pues habían pasado unos antes con problemas y tú que recuerdas lo sufrido en el tramo anterior… en fin, calcetines limpios, medias de compresión, llenar de agua y nos ponemos en marcha…

Toca recuperar el desnivel de la pared que nos hicimos la noche anterior, pero siguiendo un trazado diferente. Salimos con el compañero con el que llegamos al avituallamiento y enseguida nos juntamos con Cristina que iba segunda de chicas. Menuda suerte!! Además de conocerse la zona como la palma de la mano y ser una gran corredora, todavía es mejor compañera. Se puso en cabeza del grupo, liderando la marcha marcando el ritmo, exigente, pero realizable. Las paradas justas en el momento que tocaba, anticipando lo que nos íbamos encontrando, informando sobre el entorno, charlando de carreras, material, expectativas, intereses,… el grupo había crecido hasta ser de cuatro y así, a pesar del calor, a pesar de que nos volvimos a quedar sin agua, a pesar de la dureza nos plantamos en Grazalema a las 4 y 20 de la tarde con alegría.

Llegando a El Bosque de regreso con 130 km en las piernas
Habíamos tirado fuerte hasta Grazalema y la salida del avituallamiento fue según cada uno. Antes de llegar al Puerto de Boyar había vuelto a alcanzar a Cristina. Con la misma grandeza y generosidad fue marcando un paso alegre hasta el Bosque donde tuve que bajar de marcha. Con los pies molidos, pero ya sentía una gran satisfacción. A menos de 11 km de meta y todavía quedaba luz diurna. Pin, pan, pin, pan,… salimos de El Bosque y vamos en busca del margen del río, que lo tomamos al lado mismo del albergue de la Junta. Que poco ha durado la luz. Parar y sacar frontal, corremos y corremos y de repente llevamos un rato sin ver ninguna marca… no había ningún desvío, pero no veo marcas, sigo, dudo, paro, sigo, dudo, paro,… y me doy la vuelta porque a estas alturas no me arriesgo a perderme… 3 o 400 metros (que parecieron 3 o 4 kms) y vienen corredores de frente que confirman que es el camino bueno. Media vuelta, a correr hasta donde nos habíamos girado, un poco más y se acabó lo que se daba… noche, frío, cortavientos, frío, guantes, frío y caminar, caminar, caminar… mientras me alcanzaban un par de grupos que llegaban corriendo, me decían de engancharme a ellos, pero eso ya no iba a ocurrir… (salvo fuerza mayor).

Entrar en las calles de Prado del Rey, oler la meta, sentir el ambiente, los niños que te acompañan corriendo a tu lado, te dan charla,… menuda sensación!!! El mayor de los niños que me acompaña, unos 8 años,  en la subida final por el pueblo me dice que vienen 2 por detrás,… -¿Einhhh? No. Pregúntales sin son de la larga o de la corta –¡Oye! Que son de la larga –No fastidies! Pues por 200 metros después de 150 km no me quitan la posición ni de broma.

2 horas convencido que era imposible que corriese un metro y entré en la meta de una carrera de 150 kms al sprint…. Ufff! Sin comentarios.

Al final, 27h30m, 55 de la general y 25 de la categoría.

El recibimiento en meta está súper trabajado. Recibimiento del público, Chito que te abraza y te entrevista, medalla, diploma, prenda finisher, … y luego a comer algo en el chiringuito que habían montado. Bocata de lomo y cocacola (“vaya bandolero, que no se toma una cerveza” “ya más luego”). Sentado en la plaza, la inmensa satisfacción del objetivo conseguido y el teléfono en la mano para compartirlo. Compartir una de las mejores carreras en las que he participado. Menudo lujo de carrera, de organización, de voluntarios.




PD1: El speaker de esta carrera merece una mención especial. Chito. Animoso y animador hasta decir basta. Estuvo en la salida el viernes por la tarde, en la llegada recibiendo y entrevistando el sábado, en la entrega de trofeos el domingo,... sin parar de darle. Admirable. Chapeaux!

PD2: La carrera estaba dividida en 15 tramos marcados por los avituallamientos. Cada tramo lo dediqué a una persona importante para mi.

PD3: El inicio de la carrera se hace con más de 15 minutos de retraso. Es un tiempo precioso de luz solar que perdimos.

PD4: En el tramo a Grazalema nos cruzamos con corredores de la corta que se habían perdido. Puede que las marcas volaran por el viento, alguien las quitara o lo que sea ... es crítico poner las medidas para que no suceda.


Finisher UTSB 150k - 2015


6 comentarios:

  1. Por cierto, las suelas de la Cascadia como te han quedado? Es para llevarlas o no el próximo año.

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    1. Juan, se portaron bien. muy cómodas, pero creo que la suela se sigue desgastando con mucha prontitud. Próxima ultra intentaré llevar bambas más duras, pero más domadas. estás estaban muy nuevas.

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  2. Me parece que el mensaje anterior en el que te felicitaba por haber terminado la prueba no te ha llegado. Si es así, enhorabuena y un fuerte abrazo bandolero.

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  3. que grande la mejor cronica q leido hasta ahora,es mi primera vez y estoy apuntando todo las novedades,gracias bandolero.y felicidades por ese tiempazo.

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    1. gracias, Ricardo. Es una carrera espectacular y lo pasarás en grande. Con calma y a terminarla a lo campeón q ahora es más larga q cuando yo la hice y los últimos kms se me hicieron interminables. ni me imagino lo q habrían sido otros 16 entonces.... Suerte y disfruta!!

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